16 de abril de 2009

Desde Catamarca, el satélite nos costó un Perú

16 de abril de 2009
Esto va para los guachos que se fueron de joda por semana santa.
El programa del jueves nueve de abril salió comandado desde dos lugares, la ya conocida Topocueva y una cueva improvisada en la provincia de Catamarca. Con el topo sobre las cuerdas (pobre, recibió dos lapicerazos cual proyectiles durante la emisión), apurándolo para que conectara el embrollo de cables que habitualmente nos tapa en el estudio, pudimos contactarnos con San Fernando, ciudad capital de la provincia, desde donde daba señales de vida Agustín. Quien por cierto, no estuvo solo. En su afán por emular a Lali Hanglin cuando se va al demonio y sale al aire desde la loma de un culo desnudo, recibió dos visitas en el estudio para robarse el protagonismo.

Creer o revender

Algunos oyentes descreían de la veracidad de sus dichos o simplemente de su forma de hablar. Sin embargo, Juan March es verdaderamente Antropólogo Ambiental, recibido en la Universidad Nacional de La Plata, luego de aprobar su Tesis en base a un estudio en el Cementerio de esa ciudad. Durante la emisión en duplex (desde un monoambiente) entrevistamos a este estudioso radicado en Catamarca para que nos contara sobre una de las pocas cosas que se sabe de la provincia: las historias de los "fenómenos anómalos".
March explicó que había dedicado algún tiempo a estudiar la aparición de un enano en el cementerio de Andalgalá (Catamarca) que “da palizas” a sus víctimas y “los hace bosta”. Dijo que, según la ciencia, no se puede negar nada, y que hay que ir al hecho e investigarlo antes de pensar que algo es ridículo.
Al día siguiente, Agustín en un esfuerzo de producción, salió en busca del enano. Como no lo encontró la necesidad de material noticioso para el blog lo llevó de visita a la primera pista de skate de Catamarca, y sorpresivamente la más grande del país. Según datos cuya fuente no fue confirmada, la cantidad de skaters en la provincia ascendería al valor de pi (3,14).

Matute: la dedicación y el respeto a los trapos.

Un entrevistado amigo de Mi Pieza, nos habló sobre su experiencia con trapos-travas. De alguna manera resignificó el conocimiento que se tenía de ellos. Nos enseñó claves para entenderlos, disfrutarlos (quien así lo crea conveniente) y respetarlos.
Ser amables siempre, aunque siempre también dejar en claro el rol que uno quiere asumir en la relación. El riesgo “del vuelta y vuelta” es común. El trapo lo considera algo normal.
Chamuyar sí, molestar no. El trapo está trabajando. Se lo puede abordar para conocerlo o para intentar una rebaja en el precio, pero no por una broma entre amigos. El trabajo es el trabajo.
Por último, disfrutar. Según Matute, ellos dedican mucho esfuerzo y además es su trabajo, lo conocen, saben lo que hacen. Sólo es cuestión de pasarla bien.

* Vertimos sólo una mínima parte de la realidad; abarcarla toda es muy difícil, cuesta un huevo de la cara. Por eso advertimos e incitamos al oyente y al lector a que confirme, refute y descubra la verdad de cada cosa en la medida de sus posibilidades. Con 30 pesos algo conseguís.

Por mirar la voluptuosidad de un trapo nos perdimos la
exclusiva: “Parecía una mina”, se excusó el acusado.

1 comentarios:

Julieta

que joda ni que joda, yo me lo pase laburando!!estuvo bueno el movil ese, la proxima hagan uno desde mar azul! ;) y a ver si me gano algo que soy la primera que comenta!!!

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